es una sensación de que de vez en cuando tengo. como si estuviera jugando a vivir, a trabajar, a hacer casitas, a bailar y a tener relaciones. un juego que no es real, que es lo que uno enseña, de piel para afuera. y yo qué hago mientras tanto? por que al fin y al cabo ese juego es el que se convierte en vida a medida que lo juego, no?
me acabo de mudar a la que será (es) mi casa durante los próximos dos meses, armo mi habitación, acomodo la ropa en el ropero, instalo la compu, escribo en el blog, me voy a dar una clase, vuelvo, recibo mails y todo es fácil. pero tanto movimiento, tanto ir y venir y no estar realmente en un lugar hace que ahora parar se haga raro. relacionarme con mis amigos sin que sea por email con los de acá y por emial con los de allá, e intentar crear de nuevo un vínculo con cada uno de ellos es complicado, los límites se desdibujan y la comunicación se hace difícil. cuando a uno le va todo bien las conversaciones siempre son más aburridas, menos dramáticas, por mucho cambio que uno esté intentando incorporar.
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3 comentarios:
Miralo como un proceso que tenés que pasar, de a poco, mientras te vayas habituando y acomodando, las cosas se hacen más fáciles y menos surrealistas.
Besotes!
intento observar lo que va pasando y aprender de todo mientras voy abriendo un espacio, poco a poco, en el que me siento cómoda. el surealismo después queda como una anécdota divertida, así que intentaré acordarme de todo.
gracias inés
un beso
Justo ayer hablaba con Carol de si la vida es un ensayo general, de una obra que en realidad no llega a estrenarse. Yo le decía que en realidad, cada experiencia es un ensayo que nos sirve para la siguiente experiencia, para cambiar, alterar o hacer las cosas de la misma manera otra vez. Hablábamos de amor, de relaciones, pero creo que se aplica a todo...
patricia
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