
qué pasa cuando no pasa nada? qué pasa cuando todo está bien, cuando la vida te sonríe, cuando tienes un trabajo que te gusta, que te hace disfrutar, te divierte y te pagan por ello, cuando tienes una vida social activa o no pero que eliges, amigos con los que puedes contar a los que llamas para ver cómo están las cosas y comentar el día o la semana o el mes? qué pasa cuando no tienes ninguna queja con respecto a tu vida, cuando eres feliz? qué pasa cuando no hay drama?
las conversaciones parece que empiezan a ser aburridas:
-¿cómo te va todo?
-bien...
y no hay mucho más para contar...
-¿eres feliz?
-sí, mucho
y ahí termina la cosa... raro pensar que las conversaciones son más divertidas cuando alguien está triste o cansado del curro o peleándose con su novio/a. cuando no hay drama la vida pasa a ser una cotidianeidad a la que no estamos acostumbrados y que nos pesa, las charlas y cotilleos de horas al teléfono con cualquiera, que daban pie a filosofías de vida e historias imaginarias para salvar momentos difíciles o angustiosos se reducen a los minutos necesarios para el “bien, bien” de los dos lados del auricular. y entonces qué? nos preocupa el silencio.
la solución fácil es ponerse triste porque sí, o buscarse un problema para poderlo resolver, o empezarse a imaginar cosas que no son... por que somos tan complicados? o mejor dicho, por qué nos gusta que las cosas sean tan complicadas cuando en realidad es lo que se supone que deseamos, que sea todo simple y bonito!?!?!?!?
levantarse feliz, desayunar mirando por la ventana y disfrutando del sol o de la lluvia o de las nubes, salir a la calle y pensar en lo afortunado que es uno por tener todo lo que tiene... cursi, aburrido, demasiado pastel de nata para el común de los mortales.